lunes, 21 de octubre de 2013

Identidad digital

 
Es toda una declaración de intenciones que la primera entrada de este blog esté dedicada a la identidad digital. Hablar de ella implica reflexionar sobre las características que nos definen a cada uno de nosotros dentro de la Red y, para ello, podemos documentarnos leyendo textos como este.

Todos los que hemos vivido en pueblos pequeños sabemos lo importante que es manejar con precaución qué se sabe de nosotros y conocemos la dificultad de controlar cómo se cuentan determinados hechos una vez que ya han trascendido. En la Red sucede lo mismo, aunque las consecuencias perduran más en el tiempo y el público potencial de esa información es mucho más amplio. Por eso, quizá no tenga mucho sentido esa distinción tan tajante que se ha intentado establecer entre el mundo “real” y el “virtual”, porque en ambos casos dependemos no solo de nuestros actos, sino también de lo que otras personas pueden decir sobre nosotros.


Como profesora de enseñanza secundaria, soy consciente de que los docentes de esta etapa educativa debemos tener un especial cuidado con la identidad digital, puesto que trabajamos cada día con adolescentes que se manejan con bastante soltura por la Red, pero que en muchos casos carecen de la madurez suficiente para saber “diferenciar contextos”. Por tanto, debemos sopesar las consecuencias que pueden traer consigo hechos tan cotidianos como publicar fotos en Instagram o expresar opiniones cargadas de ideología en Twitter.

Sin embargo, considero que lo más importante de adquirir formación en este ámbito es ser capaces de transmitir a nuestro alumnado los riesgos que entraña compartir en las redes sociales imágenes e información que hasta ahora formaban parte del ámbito de la intimidad. Algunos consejos básicos pueden evitar que revelen datos personales, que produzcan sexting, que eviten las citas a ciegas... Una excelente presentación sobre este tema, pensada para orientar a las familias es esta, que ha sido elaborada por Antonio Matos:



6 comentarios:

  1. Estupendo post para inaugurar este blog. Enhorabuena Blanca :-)

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  2. La presentación elegida me ha parecido bastante interesante porque da una visión real de los peligros en la red. La única manera de obtener seguridad es conociendo esta situación para poder afrontarla. Los adolescentes no son conscientes de esta realidad problemática y son por ello más vulnerables.

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  3. Coincido plenamente en que no existen grandes diferencias entre las precauciones que se deben tomar en el mundo analógico y el virtual, sobre todo porque las consecuencias son igual de "reales" en ambos casos ;-).
    Te agradezco mucho que hayas compartido la presentación de Antonio Omatos porque me ha parecido muy interesante y me ha aportado ciertos conocimientos que me ayudarán en mi labor docente.

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  4. Me parece muy acertado ese acento que pones en el perfil público que tenemos como docentes; ¿a cuántos grupos damos clase? ¿de cuántos alumnos está compuesto? ¿cuántos cursos y hasta cuantos centros?... eso supone un incremento exponencial de nuestra exposición pública ante alumnos y sus familias.
    Y es mejor que seamos conscientes de ello.

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  5. También coincido. No creo que haya distinciones entre la identidad real y la identidad digital. Cada uno de nosotros es un conjunto de actitudes y opiniones, por lo que debemos ser cuidadosos al publicar in formación en la red.

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  6. Me uno al grupo de sinceros admiradores de tu post. Me ha parecido muy acertada la metáfora del entorno rural como ejemplo de la precaución necesaria para acercarse al mundo digital. También suscribo la importancia de aprender y transmitir a los alumnos en consecuencia todo lo posible en torno a los riesgos que sobre la intimidad del individuo puedan sobrevenirse con un mal uso o un uso indebido de nuestra información más preciada.

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